domingo, 25 de octubre de 2009

Charla

Tenía ganas de evaluar todos los líos de mi cabeza y mi corazón hablando con alguien, para variar un poco y dejar a un lado el soliloquio frente al espejo. El sábado en un cumpleaños vi a mi amiga Pía, persona a la que admiro profundamente por un millón de cosas. Es la persona más alegre, rompehuevos, divertida y sincera que conozco, pero todo cobra mayor relevancia conociendo su jodida historia de vida; una se siente poca cosa, con toda la vida resuelta y quejándose de estupideces. Por eso y por muchas cosas más la admiro. Ahora nos vemos poco (bueno, con casi todo el mundo me veo poco últimamente) pero sé que podemos hablar siempre de un millón de cosas. Así que en cierta forma la "elegí" a ella esta vez. Le dije que almorzáramos/tomáramos algo juntas cuando saliera del trabajo un día en la semana.

Como siempre, hablamos por horas, añoré los días en la facultad que dejé a través de sus cuentos, nos cuestionamos la vida de nuestro grupo de amigos, chusmeamos acerca de viejos conocidos y sus vidas, evaluamos los caminos que muchos de nuestros amigos estaban finalmente tomando, hablamos de que al final ella está bien con su novio -a pesar de todos los quilombos de su casa-, de su hermana que se recibe con honores, de las anécdotas siempre divertidas de su trabajo, hasta que me llegó el turno...

- Y vos, Oli? qué onda? buenamigo?
- Ya fue buenamigo, Pía, lo sabés
- Igual para mí siempre será tu cuenta pendiente
- Puede ser, pero por ahora estamos bien, creo que es lo único en este último tiempo que ha salido bien y por lo que puedo sentirme contenta, que las cosas se hayan resuelto, se hayan aclarado y parece que al fin puedo disfrutar del todo el lugar que tiene esa amistad en mi vida.
- Bueno, entonces no es todo tan malo.
- Todo no, claro, pero debe ser lo único que está saliendo bien.
- Yo no creo eso, Oli, estás terminando una carrera, te han salido algunos proyectos, y sos re joven!
- Y qué hago con eso? No tengo trabajo, las verdaderas cosas que quiero me son inalcanzables porque no dependen mucho de mí, apenas veo a la gente que quiero, estoy re sola y siempre con la manía de pensar que no sirvo para lo que estoy haciendo.
- Oli, ya sabés cuál es tu problema... sos muy exigente. Contigo y con los demás. Dejate querer, abrite un rato, sonreíle a la vida...
- Sabés que no puedo dejarme querer y que cada vez que lo hago termino reafirmando que no puedo volver a hacerlo, porque siempre sale mal. Pero mi etapa de exigencia terminó, me di cuenta de que no funciona.
- Y qué querés, entonces?
- Que me quieran, nada más.
- Te estás contradiciendo.
- Jajajajaja, una cosa es dejarme querer así nomás, otra cosa es pedir que realmente me quieran, no tienen por qué contradecirse las cosas.
- Y tus listas de requisitos, tus peros ante cualquier cosa que se sale de tus planes, tu obsesión con lo perfecto, tus taras con los detalles boludos?
- Crecí, Pía. O me volví muy desesperada.

3 comentarios:

Malala Mala dijo...

OLi, por dioss!! No me pude haber sentido más identificadaaa!!

Yo siento lo mismo que vos respecto a mi misma, y también soy demasiado exigente. Me paso la vida pensando que no soy lo suficientemente buena, inteligente, capaz, linda, o lo que sea para lo que me propongo, y esa auto-exigencia me carcome!

Y ni hablar de las murallas que contruyo para que la gente no se me acerque y me dañe!

Todos queremos que nos quieran, y querer a otro, sinceramente y sin vueltas, pero las relaciones tienen tantos avatares que las hacen difíciles de sobrellevar a veces... y cuesta jugar con el corazón cuando sabés que estás a un paso de que te lo mancillen...

Este año fue super raro para mí, corté con mi ex, dejé de juntarme con un grupo de amigas porque se armó un conventillo innecesario entre nosotras, dejé de cursar y rendí todas las materias de la facu y me enocntré en un trabajo que no me llena. Una crisis total, a muchos podría parecerle que me quejo de llena, pero para mí fue el caos, y todavía estoy tratando de lidiar con eso... Es momento de dejar de ser niña, de ser adulta y de tomar decisiones sobre mi vida, y eso me aterra.. tener que pensar en un futuro que no existe y no se cómo imaginar, me aterra..

Creo que hice una pequeña catarsis!! Pero bueno, quiero que sepas que no estás sola! Que al final todos buscamos lo mismo, y quizás juntos nos ayudemos a encontrarlo. Este medio tiene eso de lindo, poder compartir con otros lo que nos pasa y darnos cuenta de que en este bote no estamos solos! Y ayudándonos, vamos a salir airosos!!

espero que te sirva de algo todo este testamento, al menos para entretenerte!!
Un beso enorme!!

everlong dijo...

jajajajajaa crei o me volví muy desesperada , genial !
igual , te quiero ver , eh! me parece que la cero tolerancia anda por todos lados .

noe dijo...

Hablando muy en serio, a veces no puedo creer q no me conozcas, que no sea de mí de quien estás hablando. Increíble, soy IGUAL. Y,la verdad, no sé que decirte al respecto, pero por lo menos te entiendo y te acompaño, es medio mediocre, pero es bueno saber que uno no está solo, no?