lunes, 8 de marzo de 2010

Confundidos

Hace unos días me sorprendió gente distinta con una misma cuestión: creer que yo me había enojado por cosas que en verdad se me habían pasado por alto.
Desde cuándo todos alrededor tienen demasiado cargo de conciencia y yo tanto desenfado?

La noche del cumpleaños de buenamigo, cuando se fue todo el mundo, intentamos ver una peli pero nos estábamos quedando dormidos, así que lo desperté para que se acostara bien a su cama y me fui a dormir al sillón. Dos horas más tarde su mamá me despertaba y me mandaba a dormir a la cama del pequeño hermano que ya marchaba a la escuela.
Cuando todos se marcharon, minutos después, me levanté y desperté a buenamigo para que me abriera. No quiso salir a abrirme y le dije: ok, abrime desde adentro. Pero resultó que cuando llegué al portón, este no hacía caso del portero automático, así que, de todas maneras, buenamigo tuvo que salir a abrirme.

Esa noche no me conecté al msn y mi compu tuvo problemas. Al otro día me llamó y después que hablamos normalmente por buen rato, me pidió disculpas por lo de aquella mañana y me confesó que se había perseguido mucho. Primero, creyó que yo me había enojado por que no me quiso acompañar y por eso había inventado lo del portón. Además pensó que lo había bloqueado en el msn.

Wow! cómo está el mundo! Lo que escribí la última vez, la conversación sobreoida en la biblioteca, me recordó este episodio y fue algo así lo que le dije esa noche por teléfono. Hey! por qué alguien que no te histeriquea por una bobada hace que te persigas? te gusta el rigor? Lo del portón era totalmente cierto, no abría! Y jamás me enojé porque no me acompañó. Si a algo estoy acostumbrada es a ir y venir sola de todas partes, no cuento con que nadie me acompañe, así que tampoco lo espero nunca; es bienvenido, pero si no, chau, cero decepción.

Cuestión que asunto solucionado cuando le hice acordar que si me hubiese enojado lo hubiese mandado a cagar directamente en vez de maquinar, a las ocho de la mañana, con el sueño que tenía, algo tan retorcido como que el portón no abría.

Por los mismos días otra persona creyó que me había enojado y lo había bloqueado en el msn. Qué les pasa a todos?
Y después... un día como hoy, mando cuatro sms y naaaadie responde y yo tengo que bancármela en el molde, como buena señorita que soy.
Claro, mandar uno general diciendo que se podían tirar todos atados de las patas a un pozo bien grande no era una opción, que si no...

Ok, se nota que estoy completamente en uno de esos días.

viernes, 5 de marzo de 2010

Regresos

Hoy volví a las canchas.
Volví al bar de los jueves. Volví a ver a Inés y a charlar con esa amiga que me dobla en edad.
Hoy volví a sentirme ínfima al leer ciertas noticias que solo a unos pocos le importan. Brotó mi ego, sentí que nunca llegaría a esas cosas que quiero por ser demasiado... humilde o insegura o tonta u honesta. Decidí que en verdad prefería serlo, pero la bronca vino igual.
Hoy estuve super bipolar.
Pero volví a las canchas.
También -creo, quiero creer- a la cancha del blog.

Y me interesa particularmente dejar escrita una conversación que sobreoí hoy.
Yo buscaba un libro en la biblioteca cuando, sin querer, escuché, detrás de la pared de estantes en la que buscaba, el siguiente fragmento de conversación:


- (...) es que la mina no me histeriquea, no me hace escenitas, no se
enoja por pavadas, es divina... pero yo... no estoy acostumbrado a
eso.

- pero (fulano)! una vez que encontrás una mina bien, que es divina
contigo!

- ya sé! ya me pasó otra vez, la mina era bárbara conmigo pero por eso
mismo yo no podía estar con ella.



Y después me pregunto qué mierda pasa con el mundo... pfff.
Lo más irónico de todo fue que el libro que buscaba era "Fragmentos de un discurso amoroso", de Barthes.

A la noche me dieron ganas de matar a cualquiera que se me cruzara y casi me agarro toda la bronca con buenamigo, pero recapacité a tiempo y después de avisarle que había llegado sana y salva a casa, respondí a todo con monosílabos y 0 bajas! todo un logro en estos tiempos!